En 1978, año en el que cumpliría los 71 de edad, Carmen Conde es elegida Académica de Número de la Real Academia Española, convirtiéndose en la primera mujer en ingresar en esta institución. Fue el 9 de febrero cuando, tras las votaciones de los 32 académicos, resultó elegida imponiéndose a las otras dos candidatas: Rosa Chacel y Carmen Guirao. Ocuparía el sillón K, que había dejado vacante Miguel Mihura.
El 28 de enero de 1979, tomó posesión pronunciando su discurso de ingreso, titulado Poesía ante el tiempo y la inmortalidad, que fue contestado en nombre de la corporación por Guillermo Díaz-Plaja. Como indica Alonso Zamora Vicente en su Historia de la Real Academia Española, «rompiendo así el fuego y saltando las barreras», ya que desde la fundación de ésta en 1713, no había sido elegida ninguna mujer.
Esta ruptura de la tradición fue recogida por Carmen Conde en su discurso; aunque sus primeras palabras fueron de agradecimiento "a vuestra generosidad al elegirme para un puesto que, secularmente, no se concedió a ninguna de nuestras escritoras ya desaparecidas", a continuación no dudó en recriminarlo: "Vuestra noble decisión pone fin a una tan injusta como vetusta discriminación literaria".
En 2019 se cumple el cuarenta aniversario de este hito que abría la puerta de Real Academia Española a otras mujeres. También los noventa años de la publicación de su primer libro, Brocal, editado en 1929.
El Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver conmemorará a lo largo de todo el año ambas efemérides para recordar la figura y la obra de una de las escritoras más importantes de la Literatura española del siglo XX.